Para mi La La Land no es una película romántica, tampoco un musical cargado de coreografías. Esa parte de la película son simplemente adornos a una historia que tiene un trasfondo mucho más profundo y que haciendo referencia al título de este post, al cine de antaño estadounidense que desde siempre nos ha vendido lo hermoso que es el sueño americano.
No es que esté mal y de hecho, me pareció magistral la forma como envuelven el mensaje principal de la película con otra película completamente diferente, diluyéndolo y haciéndonos creer que estamos viendo cine de Hollywood hecho a la antigua, cosa que si bien es cierta y seguramente le traiga una enorme cantidad de premios durante este año (ya obtuvo 7 nominaciones y 7 premios en los Golden Globes), no le resta importancia a que este tipo de películas tratan de devolverle a los Estados Unidos parte de la grandeza que siempre mostró en el cine durante las primeras décadas del siglo pasado.
La La Land cuenta la historia de Sebastian (Ryan Gosling), un pianista profesional, amante del Jazz clásico que vive en la ruina debido a una quiebra económica ocasionada por un socio quien le quitó todo su dinero y de paso también sus sueños. Sebastian conoce a Mia (Emma Stone), una barista en un café dentro de los estudio de Warner, quien sueña con ser actriz y se la pasa de audición en audición soñando convertirse algún día en una estrella de cine. Ambas historias son sencillas, como las de muchas otras personas que dejan sus pequeñas ciudades con tal de aventurarse en la gran ciudad a cumplir lo que siempre han soñado, pero ahora que ambos se conocen, sienten que es mucho más fácil trabajar por ellas con el apoyo de su nuevo ser amado.
Pero, a medida que se van cumpliendo sus sueños, también deben realizar grandes sacrificios. Sebastian debe ausentarse por largas temporadas de su casa para tocar música que en esencia odia y Mia renuncia a su trabajo para montar unad obra de teatro que consumirá todos sus ahorros y que solo podrá presentar durante una noche. Esto, obvio lleva a que ambos saboreen el éxito y de un momento a otro sean un reconocido músico y una famosísima actriz, por lo que deberán pagar un alto precio.
La La Land es la tercera vez que Ryan Gosling y Emma Stone se encuentran en una película, ya antes lo habían hecho en Crazy, Stupid, Love y Gangster Squad.
Pero dónde más y no en Norteamérica, un músico pasa de ser un perfecto desconocido a un pianista brillante, en un grupo que graba discos y va de gira por todo el país y una chica de Boulder, Nevada, obtiene el papel protagónico en una película que se rodará en París, convirtiéndola de inmediato en una estrella. Por esto La La Land no hace, para mi, una referencia a una «Land» donde se baila y se canta, si no la «Land» prometida donde todos los sueños se cumplen si tan solo te esfuerzas un poco para lograrlos.
¿Y las coreografías, la música, el baile?
Esa es la parte encantadora de la película, además de sus referencias al cine de Hollywood que ya poco vemos en la pantalla gigante (a excepción de Chicago y The Artist), cargándonos de nostalgia y mostrándonos un cine fantástico y mágico capaz de compararse con clásicos como Rebel Without A Cause (Rebelde Sin Causa, 1955), aunque Sebastian y Mia no sean rebeldes, son solamente unos soñadores que ante el primer tropiezo huyen a casa de sus padres.
Son de resaltar sí, todas las coreografías de la película. Si ya la vieron o no la han visto, es increíble que todas sean en una sola toma secuencia, perfectamente ensayadas y puestas en escena. La música es perfecta, increíblemente pegajosa y City of Stars, el tema principal de la película, tiene tantas interpretaciones a lo largo de la película que la convierte en el hilo conductor de una parte de la historia. De hecho, si desean escuchar toda la banda sonora en Spotify, pueden hacerlo aquí.
Curiosamente, una de las escenas que más me gustó en La La Land fue la fiesta donde finalmente se conocen Sebastian y Mia, donde supieron mezclar perfectamente la música de los 80’s con la situación vergonzosa de uno de los protagonistas y lograron la que fue la escena más cómica de la película.
El final perfecto de La La Land (Spoilers)
El cine romántico siempre nos ha acostumbrado a que el chico se queda con la chica, a que después de mil situaciones tormentosas y una carrera al aeropuerto para pedirle que se quede con nosotros, ellos siempre terminan juntos. Bueno, al igual que con el triste final de Rogue One, en La La Land, Sebastián y Mia no terminan juntos y aunque no es tan trágico, es la queja más generalizada de quienes han visto la película. Lo dije desde el principio, esta no es una película romántica y tampoco un musical, La La Land es una película del sueño americano, de los grandes sacrificios que deben hacerse para lograrlo y de las renuncias que se deben hacer para poder perseguirlos.
Lo último que se dicen Mia a Sebastian es «Siempre te voy a amar» a lo que él responde «Yo también siempre te voy a amar» y eso lo dicen sabiendo que ya no van a poder estar juntos. No los vemos besándose ni dándose un abrazo. Él seguirá de gira con su banda y cumpliendo sus sueños y sabe que debe dar un paso al lado para que los de ella también puedan realizarse. Para él renunciar a lo que con tanto esfuerzo ha logrado es imposible y tampoco podrá pedirle a ella que deje de cumplir los suyos para estar a su lado.
La escena en el observatorio, es una de esas que pagan la entrada al cine.
Ambos saben que de seguir juntos, uno de los dos terminaría siendo miserable, arrastrando al otro a compartir esa miserableza, algo que es impensable cuando de verdad se ama a la otra persona, pero como la naturaleza humana es egoísta, por eso es que a muchos no les gusta el final, porque eso es algo que muy pocas personas harían por otra, así la amaran como se aman Sebastian y Mia.
De todo, lo que más me gustó, fue en la última escena, luego de que ella se diera cuenta que Sebastian realizó su sueño y por fin abrió Seb’s, mostrándola a ella con su pareja actual luego de salir de su casa y dejar a su bebé con la niñera. De esto, que tan rápido se ve, lo que más me gustó fue el ver que ella con su esposo son distantes y llevan una relación más bien cordial, en cambio, en el flashback que tiene con Sebastian, son una pareja mucho más unida, más feliz, tienen un lenguaje corporal mucho más cercano y eso se ve en algo tan simple como la forma en que se ven sentados, uno junto al otro, en una versión distantes y en la otra cercanos, tomados de la mano y obviamente, enamorados. Aplausos al director por la forma en que logró esta escena.
Un pequeño guiño al final de La La Land es todo lo que se necesita para saber que el amor es mucho más grande que nosotros mismos, que una cosa es el destino y otra lo que nosotros mismos forjamos para que se cumpla lo que deseamos y que obviamente, Estados Unidos es la tierra donde los sueños de todos pueden cumplirse.
Nombre: La La Land
Género: Comedia, Drama, Musical
Director: Damien Chazelle (Whiplash)
Escritor: Damien Chazelle (10 Cloverfield Lane)
Protagonistas: Ryan Gosling, Emma Stone, J.K. Simmons, John Legend.
Calificación : 9/10
¡Gracias por leer!
@alejoserrano
